Dr. Oreste Lo Iacono

Gastroenterología y Hepatología

Hospital San Francisco de Asís Madrid  – C. de Joaquín Costa, 28

Necesidad de diagnóstico de la esteatosis y esteatohepatitis

 

La esteatosis es una frecuente patología hepática. Su incidencia está en constante incremento y su prevalencia puede alcanzar hasta el 20-30% de la población general

La esteatosis, patología multisistémica

  • Hepática: Esteatosis, inflamación, fibrosis
  • Metabólica: Obesidad central, insulino resistencia, Diabete Mellitus tipo-2
  • Cardiovascular: Dislipidemia, hipertensión arterial
  • Salud Mental: Depresión, mala calidad de vida, cansancio.

¿Por qué es necesario el diagnóstico de la esteatosis y la esteatohepatitis?

  • Esteatosis: Acumulación de grasa en el hígado.
  • Esteatohepatitis: Acumulación de grasa en el hígado con inflamación.

El daño hepático por depósito de grasa no relacionado con el consumo de alcohol (su sigla en inglés es NAFLD: non-alcoholic faty liver disease) está implicado en un amplio espectro de enfermedades hepáticas que incluyen desde la simple esteatosis (gotas de grasa en el hígado) hasta la esteatohepatitis no alcohólica (sigla en español es EHNA: EsteatoHepatitis No Alcoholica; y en inglés NASH: No Alcoholic EsteatoHepatitis). En este caso las gotas de grasa están asociadas a una inflamación del hígado que estimula la progresión a diferentes grados de fibrosis y que puede evolucionar hasta la cirrosis y el hepatocarcinoma (CHC). La grasa actúa como un virus de la hepatitis o como el alcohol o cualquier otra causa de daño hepático produciendo una enfermedad hepática y sus diversas complicaciones.

En la figura se resume la evolución (historia natural) de este proceso patológico.

Necesidad de diagnóstico de la esteatosis y esteatohepatitis

La esteatosis es una frecuente patología hepática. Su incidencia está en constante incremento y su prevalencia puede alcanzar hasta el 20-30% de la población general, además, en la condición de EHNA constituye una de las causas más frecuentes de cirrosis y  trasplante hepático (1-3).

La identificación de los pacientes con riesgo de progresar a EHNA es necesaria para el adecuado seguimiento de estos, valorando los riesgos de evolución y la prognosis.

¿Cómo se diagnostica la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA)?

El patrón de oro para el diagnóstico de EHNA sigue siendo la biopsia hepática, a pesar de las limitaciones por error de muestreo y por la discrepancia en los criterios diagnóstico. Es una prueba invasiva no exenta de riesgos.

Tanto el médico como el paciente mantienen muchas reservas a aceptar la realización de una biopsia hepática como prueba rutinaria en este proceso diagnóstico.

Hay métodos no invasivos para el diagnóstico de la EHNA que se han  desarrollado en estos últimos años y que  constituyen actualmente una alternativa  aceptable a la biopsia hepática. Se trata en general de fórmulas matemáticas que combinan parámetros personales como peso y edad con valores de análisis en sangre como transaminasas, glucemia y  otros, permitiendo estimar una probabilidad de diagnóstico.

La combinación de varios de estos métodos permite identificar a las personas con NAFLD, a los sujetos con mayor grado de fibrosis y por último el subgrupo de pacientes con EHNA.

La mayoría de estas pruebas necesitan solo una consulta y la realización de una extracción de sangre para una analítica rutinaria.

Se calcula que los sujetos con EHNA constituyen el 10-15% del total de los sujetos con NAFLD: identificar esta población de riesgo es fundamental para establecer una estrategia efectiva y eficiente de diagnóstico, tratamiento y seguimiento.