Los IBP y en particular el omeprazol son los fármacos más recetados y más consumidos en España y en muchos otros países; En España su consumo, entre 2004 y 2010 aumentó un 227%!!
¿El tratamiento con omeprazol puede crear “problemas” por efectos adversos?
El omeprazol en un fármaco del grupo de los “inhibidores de la bomba de protones” (IBP) que actúan reduciendo la secreción acida del estómago y se pautan en la patología relacionada con la aumentada secreción acida como las gastritis y las úlceras. Desde su introducción en la práctica médica las intervenciones quirúrgicas, antes necesaria para tratar y resolver los sangrados por ulceras gástricas o duodenales, casi han desaparecidos.
Los IBP y en particular el omeprazol son los fármacos más recetados y más consumidos en España y en muchos otros países; En España su consumo, entre 2004 y 2010 aumentó un 227%!!
El omeprazol constituye el 75% de los IBP prescritos y el restante 25% es constituido, en orden alfabético, por esomeprazol, lansoprazol, pantoprazol y rabeprazol.
En los últimos años, numerosos estudios han relacionados los IBP con posibles efectos adversos serios. Entre las evidencias de los estudios y la divulgación de información no siempre correcta, en prensa no especializada, se ha creado una cierta alarma e los pacientes que necesitan tomar esto tratamiento.
Un reciente estudio de la Sociedad Española de Patología Digestiva publicado en abril en la Revista Española de Enfermedades Digestivas (Rev Esp Enferm Dig 2016; 108 (4):207-224) resume las actuales evidencias científicas.
Utilizando y resumiendo el contenido de este estudio vamos a intentar aclarar las dudas más frecuentes.
¿Cuáles son las indicaciones de uso de los IBP? Ulcera gástrica y duodenal, síndrome de Zollinger Ellison, erradicación de H pylori, hemorragia digestiva alta, enfermedad por reflujo gastresofagico, dispepsia en pacientes joven sin síntomas de alarma, esofagitis eosinofilica y como profilaxis de la gastropatía por antiinflamatorios tipo aspirina.
EL TRATAMIENTO CON IBP DEBE SIEMPRE SER PAUTADO POR UN MÉDICO Y NO PUEDE SER UN AUTOMEDICACIÓN EN CASO DE “ACIDEZ” O “MALESTAR DIGESTIVO” O COMO “PROTECTOR GASTRICO”.
¿Los IBP son fármacos seguros? Los IBP son fármacos seguros con efectos adversos, en su mayoría leves, como cefalea, estreñimiento, diarrea, erupción cutánea. En los últimos años se han descrito efectos secundarios potencialmente grave que se han relacionado con la administración continuada y a largo plazo: reducción de magnesio, mayor rieso de fracturas oseas y de infecciones, reducción de la capacidad de absorber vitaminas y riesgo de interacciones con otros fármacos como los antiagregantes como el clopidogrel. Mayor riesgo de infecciones en pacientes cirróticos y de enfermedad renal crónica. Sin entrar en detalles en cada estudio y problema podemos resumir que esta información se basa en estudios basados en un número reducidos de pacientes y con serios errores metodológicos para que las conclusiones puedan ser válidas para el gran número de pacientes tratados.
EN LA ACTUALIDAD LOS BENEFICIOS DEL TRATAMIENTO CON IBP A CORTO O LARGO PLAZO SUPERAN LOS POSIBLES RIESGOS O EFECTOS SECUNDARIOS SIEMPRE Y CUANDO LA INDICACIÓN CLINICA DE SU ADMINISTRACIÓN, LA DOSIS Y DURACIÓN DEL TRAMIENTO SON LAS CORRECTAS.
En conclusión los IBP son fármacos seguros y con indiscutibles beneficios. Hay que evitar la automedicación basada en considerar los IBP como “protector gástrico”. Este uso ha disparado su consumo en muchos casos sin una indicación clara o por síntomas no asociados una hipersecreción ácida.